Empresas y huella de carbono: el compromiso medioambiental

En la era actual, las empresas no solo son responsables de maximizar beneficios, sino también de contribuir al bienestar social y ambiental. Con la normativa europea exigiendo una reducción del 55% en las emisiones para 2030, las empresas se enfrentan a una nueva era de obligaciones climáticas; y es que, según estudios recientes, dos de cada cinco empresas españolas aún no cumplen con estos estándares. 

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y los criterios ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) han ganado protagonismo, marcando un cambio significativo en la forma en que las organizaciones abordan su impacto en el mundo. Es por esto que, en este nuevo post del blog de Exaccta exploraremos la importancia de estos conceptos y como soluciones como la nuestra pueden integrarse en el panorama ambiental actual.  

Responsabilidad Social Corporativa y criterios ESG: un imperativo empresarial 

La RSC implica que las empresas deben asumir la responsabilidad de sus acciones en áreas que van más allá de la simple obtención de beneficios. Y es aquí donde ganan un especial protagonismo los llamados criterios ESG, los cuales ya se han convertido en un marco estandarizado para evaluar el desempeño de las empresas en este contexto.  

En el caso de España, la legislación refleja esta evolución, con cada vez más requisitos legales para medir y reportar la huella de carbono. Las empresas ahora enfrentan la presión no solo de maximizar el retorno de inversión, sino también de cumplir con estándares éticos y ambientales rigurosos. 

La medición de este impacto medioambiental se ha convertido en la piedra angular de las estrategias de sostenibilidad de las empresas, que deben enfrentarse a nuevos retos cada día. Desde desplazamientos laborales hasta tareas del día a día, cada acción cuenta para reducir la huella de carbono. Para conseguirlo, es fundamental llevar a cabo una inversión concreta para poder identificar áreas en las que no se está trabajando bien, explorar formas de mejorarlo y, a partir de ahí, establecer una serie de metas realistas que nos permitan contribuir activamente a la mitigación del cambio climático.  

El marco legislativo actual 

La huella de carbono, según el Ministerio de la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), representa la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por una organización. Este enfoque transparente se desglosa en tres alcances: emisiones directas, indirectas y otras emisiones indirectas. 

Las empresas, en cumplimiento con el Real Decreto 163/2020, deben calcular y reducir su huella de carbono anualmente, especialmente aquellas sujetas a la Ley 11/2018 de información no financiera.  

Para llevar a cabo esta medición de forma correcta, los empresarios deberán multiplicar el dato de actividad (consumo de combustibles y electricidad) por el factor de emisión correspondiente, para después, una vez registrada en el MITECO, poder elaborar un plan de reducción de emisiones. Esta estrategia puede incluir todo tipo de medidas: sustitución de equipos antiguos, optimización de procesos de fabricación, implementación del teletrabajo, o uso de energías renovables, entre otras.  

Es importante mencionar que, en el caso del tercer alcance (otras emisiones indirectas), las empresas están obligadas a justificar sus emisiones mediante una empresa certificadora independiente, verificando la precisión de los cálculos realizados. 

Exaccta: un aliado para la transformación de tu empresa 

En este panorama de responsabilidad ambiental, Exaccta emerge como un aliado estratégico para las empresas comprometidas con la sostenibilidad. Además de optimizar los procesos de gestión de gastos y eliminar el papel de las operaciones, Exaccta desempeña un papel crucial en la medición de la huella de carbono de los desplazamientos por trabajo. Nuestra plataforma no solo facilita la recolección de datos precisos, sino que también proporciona informes detallados para que las empresas puedan evaluar y mejorar continuamente su desempeño ambiental. 

Por todo lo mencionado, vemos como la RSC y los criterios ESG están transformando la forma en que las empresas operan, exigiendo un compromiso más allá de los resultados financieros. La medición de la huella de carbono se ha convertido en un componente vital de esta transformación, con requisitos legales cada vez más estrictos. Sin embargo, debemos tener siempre en consideración que, al adoptar estas prácticas, las empresas no solo cumplen con obligaciones legales, sino que también contribuyen activamente a la creación de un futuro más sostenible.